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Caracteristicas Del Realismo Literario En Colombia: La Ruptura con el Romanticismo y la Búsqueda de



El realismo mágico es un movimiento literario que tuvo su origen en América Latina hacia la década de 1930, aunque alcanzó su apogeo entre 1960 y 1970, cuando coincidió con la generación del boom latinoamericano. Fue el escritor venezolano Arturo Uslar Pietri quien acuñó el nombre de realismo mágico al movimiento, en un libro titulado Letras y hombres de Venezuela, publicado en 1947.


La aclaratoria fue necesaria para que se comprendiera que no había ni una relación entre ambos movimientos ni un objetivo o concepto compartido. No fue, por lo tanto, un intento por identificar una cosa con la otra. Entonces, a qué se refiere el nombre realismo mágico literario?




Caracteristicas Del Realismo Literario En Colombia



De la contraposición entre los términos propuestos por ambos autores, así como su mirada sobre la tradición literaria, surge un aspecto fundamental del contexto literario: el largo debate en el que se cuestiona si el concepto del realismo mágico es equivalente a lo real maravilloso.


La novela fue la expresión más difundida y más popular del realismo literario. Sin embargo, también se expresó en el cuento, el teatro y la poesía. En todas sus manifestaciones, reivindicaba el lenguaje directo y la realidad concreta como tema.


El origen del realismo literario puede situarse hacia mediados del siglo XIX en Francia. Desde allí se extendió a otros países de Europa occidental y América. Entre ellos, Inglaterra, Rusia, España, Portugal, Alemania y Estados Unidos, entre otros.


El programa del realismo literario penetró también las artes plásticas. Sin embargo, la pintura realista no tuvo la misma receptividad que la literatura, que influyó en otras corrientes como el naturalismo y se mantuvo vigente por varias décadas.


El realismo literario se caracterizó por su compromiso social, la representación de la realidad tal como era percibida, el afán de objetividad y la claridad del discurso. Todo esto se despliega en los siguientes puntos.


Preocupado por los problemas sociales, el realismo literario se caracteriza por un declarado compromiso moral, político y/o humanitario. Piensa en el escritor como alguien con la responsabilidad de denunciar las contradicciones sociales y las injusticias.


El realismo literario en Colombia surge entonces como la necesidad de dar voz a los conflictos del hombre común, conflictos además causados por su entorno. La economía también influyó en el realismo literario, pues el capitalismo se instaura como nuevo orden económico y abre una brecha aún más grande entre los ricos y pobres.


La crítica a los gobiernos y políticas de la época se reflejaban en la novela realista. Los ambientes rurales y urbanos acontecidos por los cambios políticos fueron las características más notables del realismo literario colombiano.


El realismo literario surge como una necesidad de expresar a través de la escritura el entorno específico de una época. Era cada vez más común encontrar textos donde los protagonistas, hablando en un lenguaje coloquial, expresaban preocupaciones de la vida cotidiana.


Las clases sociales eran muy realzadas en el realismo literario, se hacía ver la distinción con bastante frecuencia, sobre todo cuando las clases más pobres pasaban trabajo como consecuencia de los actos de las clases altas.


El realismo es una tendencia respecto al hecho artístico (literario, escultórico y pictórico primordialmente) que valora la semejanza o la correlación entre las formas de representación estética y la realidad misma que las inspira, es decir, que valora el parecido de la obra de arte con el mundo real.


Se denomina así a una escuela literaria surgida en Hispanoamérica en el siglo XX, cuyo máximo exponente es el colombiano Gabriel García Márquez. El realismo mágico apuesta por una representación realista de eventos extraños y maravillosos, que sin embargo producen poca o escasa sorpresa dentro del universo ficcional en el que ocurren.


El realismo literario es una corriente estética que supuso una ruptura con el romanticismo, tanto en los aspectos ideológicos como en los formales, durante la segunda mitad del siglo XIX. Se extendió también a las artes plásticas en Latinoamérica, lugar donde hasta entonces no había gran proliferación en este arte. Este se caracterizaba por una extensa y muy detallada información de los personajes, paisajes, escenas, etc. De esta forma, podían ser imaginados con mayor facilidad.


He aquí sintetizados los rasgos esenciales del realismo literario, tanto en su orientación temática y enfoque, como en sus preferencias estilísticas, aunque hay que hacer algunas precisiones: la reproducción exacta de la realidad toma a menudo como modelo los métodos de observación de las ciencias experimentales. Un gran crítico, Ferdinand Brunetière, señalaría más tarde, en 1883, que "el Realismo viene a ser en arte lo que el positivismo es en la Filosofía". Ya en 1843, Balzac se proponía estudiar la sociedad como un científico estudiaba la naturaleza. Y Baudelaire, en 1885, recomendaba: "Estudiad todas las úlceras como el médico que está de servicio en un hospital". Flaubert consultó tratados médicos para describir la muerte por envenenamiento de su Madame Bovary, y en general los novelistas se documentan rigurosamente sobre el terreno tomando minuciosos apuntes sobre el ambiente, las gentes, su indumentaria, o buscan en los libros los datos necesarios para conseguir la exactitud ambiental o psicológica.


Respecto a los procedimientos literarios del realismo, son característicos el uso de la descripción detallada y minuciosa, con enumeraciones y sustantivos concretos, el del párrafo largo y complejo provisto de abundante subordinación, la reproducción casi magnetofónica del habla popular, sin idealizarla, y un estilo poco caracterizado, un lenguaje invisible que caracterice personajes, hechos y situaciones objetivamente sin llamar la atención sobre el escritor.


La clase media empezó a notar los efectos beneficiosos del progreso, pero también los nuevos problemas a que daba lugar, hasta entonces desconocidos, como un cambio esencial de valores, desde los tradicionales, que dominaban en los ambientes rurales, a los urbanos, más cínicos, individualistas y materialistas. Este contexto favoreció el realismo como estilo literario y la prosa narrativa como género dominante, puesto que permitía reconstruir la realidad de una forma flexible y alejada de retóricas pasadas y moldes fuera de uso y dejaba libertad al escritor para elegir temas, personajes y situaciones. Por eso, la novela fue aumentando su popularidad gracias a su vinculación con la prensa periódica, vehículo a través del que se difundieron, por entregas, numerosas narraciones económicas que, de esa manera, llegaron a un público más amplio que nunca hasta entonces, gracias al abaratamiento de los materiales librarios de impresión y edición y la alfabetización masiva por parte del estado, una de las conquistas de las revoluciones burguesas para garantizar en principio la igualdad ante la ley.


El origen del realismo literario europeo hay que buscarlo en la literatura española medieval y la novela picaresca española y, en concreto, en la versión que configuró sobre esa tradición el novelista Miguel de Cervantes. El desmitificador modelo cervantino influyó poderosamente en la literatura europea posterior, pero el descrédito por el que pasó el género narrativo durante el siglo XVIII aplazó su influjo europeo hasta bien entrado el siglo XIX, salvo en el caso de Inglaterra, que en el siglo XVIII comenzó su propio realismo de la mano de Daniel Defoe, Samuel Richardson o Henry Fielding, entre otros, y del que buena parte de los escritores realistas posteriores son deudores.


Al final de su evolución, agotados sus presupuestos iniciales y sin variedad alguna ya sus obras artísticas, el realismo literario se descompone en diversas corrientes que renuevan o modifican sus principios, bien seleccionando y desarrollando una de sus ramas, bien exagerando sus principios estéticos, bien rehuyéndolos y adoptando los principios opuestos, o bien mezclándolos en una amalgama que constituye el llamado Postromanticismo, caracterizado por el irracionalismo, el ansia de evasión y un profundo sentimiento antiburgués. Las diversas y más caracterizadas corrientes de este son:


El realismo mágico es un movimiento literario surgido en América Latina a mediados del siglo XX (entre las décadas del 60 y 70). En sus obras se representó lo fantástico, lo irreal y lo extraño de la manera más común y cotidiana posible.


El realismo mágico fue un estilo narrativo sumamente popular, de la mano de autores como Gabriel García Márquez, quien quizá sea su máximo exponente con su novela Cien años de soledad (1967). Llegó a convertirse en un movimiento literario fácilmente asociado al continente entero, contra el cual habrían de rebelarse las generaciones de narradores posteriores.


También destaca por su poesía dentro del Romanticismo literario en Colombia la figura de Gregorio Gutiérrez González. Su poema Memoria sobre el cultivo de maíz en Antioquia es una de las mejores representaciones del Romanticismo colombiano.


Otro de los poetas más representativos del Romanticismo literario en Colombia es Julio Flórez. Frecuentó los círculos culturales del país y forjó amistad con otros poetas e intelectuales colombianos. Su obra romántica se engloba dentro del Romanticismo colombiano tardío. Esto se debe a que el Romanticismo empezó a perder representación hacia 1880 para dejar paso a nuevas corrientes artísticas.


Con el paso del tiempo, el realismo llegó a otros países y continentes y dio origen al naturalismo, un movimiento literario que compartía características con su predecesor, pero que se valía de teorías científicas, como el empirismo y el determinismo biológico, para la composición de las obras. 2ff7e9595c


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